9/10/16

Tokio. Japón

 Mi primer viaje a Japón fue breve.  El viernes, después de tomar café con Dani Esaú vino a casa y preguntó: "¿Nos vamos a Tokio?" y yo "En serio, vale vámonos". Resulta que Dani le había comentado que buscaban empleados para la Embajada Española. Entonces Esaú les mandó un email, que le gustaría hacer la entrevista el lunes. Mientras que Esaú reservaba los vuelos yo busqué los Hoteles cerca de la Embajada. Reservamos todo, incluidos los billetes del tren hasta Madrid y me puse a hacer dos maletas pequeñas, que cabían: traje, camisa y botas para la entrevista y en la otra  gayumbos, bragas, calcetines, pijamas y camisetas interiores. Por la tarde  fuimos en el autobús al RENFE para coger la AVE para Madrid. Desde allí tuvimos que buscar un tren de cercanías para el aeropuerto.  Pasamos la noche allí, Esaú intentó dormir en un banco, mientras que yo vigilaba las maletas. El vuelo salió enredador de las 6.00 h. de la mañana. Llegamos a Milán y nos enteramos de que se retrasó el vuelo y tuvimos que esperar 9 horas. Por suerte entramos en una pizzería donde comimos y estuvimos sentados en un cómodo sofá muchas horas con unas manzanillas. el camarero nos echaba unas miraditas. 

Por fin llegamos a Tokio y desde Narita.


Tokio es actualmente la ciudad más poblada del mundo. A pesar de que desde tiempos antiguos existían pequeñas poblaciones y templos en las colinas cercanas a la bahía de Tokio, se considera que la fundación formal de Tokio fue en 1457, cuando un vasallo del clan Uesugi, Ōta Dōkan construyó el castillo Edo; así el área que rodeaba el castillo se comenzó a llamar Edo. El shogunato Tokugawa, que había tomado el castillo en 1590 y que tenía el control casi absoluto de Japón, estableció su gobierno en Edo en 1603, hecho que dio inicio al Período Edo en la historia japonesa.​ 

 Cogimos en tren para La estación central. Madre mía, que lio!!!! Es tan grande que estuvimos un buen rato buscando el metro para el barrio Roppongi. Es uno de los barrios más modernos y cosmopolitas de Tokio. En este barrio hay una gran cantidad de discotecas, pubs, restaurantes y cafeterías. Aquí están localizadas además muchas embajadas de países extranjeros y oficinas de empresas internacionales instaladas en la ciudad.

A pesar de estar solo varios días en Tokio,  me enamoró la ciudad.


Nos alojamos en el bario de Roppongi (cerca de la estación de Tokio y Shibuya) en APA Hotel Roppongi Itchome Ekimae. Para movernos con metro compramos tarjetas SUICA (no valen para todas las líneas) en el aeropuerto de Narita.




Se abre en una ventana nueva
   Vistas desde la ventana del hotel


Preparando cafetitos






Las habitaciones son pequeñas








La primera salida




Buscamos donde comer ramen. Esaú entró en una tienda y dijo "Ramen ,ramen" tocándose la barriga. La mujer saco un dibujo del cuerpo humano y preguntó: "donde te duele". Se echaron unas risas. nos indicaron que ramen se come en el cercano bario de Akasaka. Mientras tanto entramos en primer barucho, porque había mucha hambre. 
















 Mientas que Esaú fue hacer la entrevista, yo paseaba por el cercano parque.








Que contento salió




 En Roppongi hay muchos parques rodeados de rascacielos. 






















Ramen en el barrio Akasaka  («colina roja»). Es un barrio famoso por su vida nocturna; resulta por tanto ser un compromiso entre los dos, siendo más animado que Nagatachō, pero más elegante que Roppongi.












Había muchos templos pequeños























Andamos mucho ansiosos por explorar.











Un cementerio buddista







Paseando por la zona encontramos el Mori Garden, un pequeño jardín de estilo japonés con un estaque en el centro situado frente a la sede de Asahi TV.  

















 















Comimos ramen en un restaurante pequeño, cerca del hotel, donde cenaban unos abuelos fumando. 










Al día siguiente fuimos a visitar el centro de la ciudad.

Entramos en la estación de JR y subimos arriba, donde hay un Centro Comercial para ver el famoso cruce de Shibuya.











En el parque Yoyogi se encuentra el santuario sintoísta  Meiji, dedicado a los espíritus deificados del Emperador Meiji y su mujer, la Emperatriz ShōkenLa construcción comenzó en 1915 aplicaron el estilo tradicional nagare-zukuri, y para ello, utilizaron principalmente Cipreses y cobre japonés. El edificio original fue destruido durante el bombardeo de Tokio en la Segunda Guerra Mundial.









 




























Barriles de sake en ofrendas




 El edificio original de la Estación fue inaugurado en 1914, aunque quedó gravemente afectado durante los bombardeos al final la Segunda guerra mundial (1945) y durante la posguerra fue reconstruida.



Muy cerca está el Palacio Imperial. Está situado en los terrenos del antiguo castillo de Edo, que fue utilizado por los shogun Tokugawa durante todo el periodo Edo. En 1868 cuando Japón se abrió al mundo y se terminó el shogunato, la residencia imperial se fijó en Tokio y se utilizaron los muros y terrenos del castillo para construir el Palacio Imperial, aunque la torre del castillo, destruida por un incendio en 1657, nunca ha vuelto a reconstruirse. La única parte de la zona interior del Palacio Imperial que siempre ha estado abierta al público de forma libre es la de los Jardines Orientales del Palacio Imperial o Kōkyo Higashi Gyoen.





 














  A pesar de estar solo varios días en Tokio,  me enamoró la ciudad.