Al día siguiente a las 16.00 h por la tarde ,aleluya!!!! quedamos con Hiroko y Mama-san en Nara para el festival de O-bon que honra a los espíritus (fallecidos) de sus antepasados. Se celebra desde hace 500 años y tradicionalmente incluye danzas y bailes como el Bon Odori, o festivales como el Gozan no Okuribi.
Los ciervos sika, protegidos oficialmente como tesoros nacionales y considerados como mensajeros de los dioses por el sintoísmo, vagan por el terreno libremente. Son utilizados como reclamo turístico y se les puede alimentar. Mama-san compró unas galletas para ciervos y las dejó a Kati, que fue atacada y asustada con una manada de estos animales. Se lo comen todo incluso los pasaportes!!!!
Nos encantó el Nigatsu-dō que se encuentra al este de la Sala del Gran Buda, en la colina del monte Wakakusa. Fue fundado en el año 752. Desde allí se puede ver la preciosa panorama de Nara.
Me gusta andar en solitario. Soy "el clavo que destaca".
El Templo Tōdai-ji alberga una estatua gigante del Buda Vairocana. Aun habiendo sido reconstruido 2 veces por causa de incendios provocados por la guerra (siendo así un 33% más pequeño que el original), ostenta el récord mundial siendo la construcción de madera más grande del mundo. El templo fue finalizado en el 745 y el buda completado en el 751, habiendo consumido la mayoría de la producción de bronce en Japón durante varios años y dejando al país en bancarrota. La estatua ha sido refundida varias veces debido a razones como daños causados por terremotos y la reconstrucción del templo dos veces por incendios. El templo y su área circundante fueron inscritos por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.
Uno de los pilares que sostiene el edificio tiene un agujero en su base. Los visitantes intentan pasar por el agujero, que tiene las mismas dimensiones que los orificios de la nariz del Buda. La leyenda dice que aquel que pase será bendecido con la iluminación. Los niños no suelen tener dificultades en pasar, pero los adultos a veces se atascan y necesitan ayuda para salir.
Durante ceremonia abrieron la ventana para ver la cara de Buda.
En la ofrenda se incluyen varios tipos de comida a los difuntos, como arroz, verduras, frutas, pasteles y flores. Es típico encender farolillos en todas las casas y lugares públicos, con la esperanza de poder guiar a los espíritus de los difuntos hacia ellas.
En la ofrenda se incluyen varios tipos de comida a los difuntos, como arroz, verduras, frutas, pasteles y flores. Es típico encender farolillos en todas las casas y lugares públicos, con la esperanza de poder guiar a los espíritus de los difuntos hacia ellas.