6/5/24

Adiós Kashihara, Japón 2024

 Desde mañana estaba nublado y lloviznando, decidimos aprovechas el ultimo día en la casa de Mama-san para estar con ella. Por la mañana dimos un paseo por su bario y nos encantó. De verdad tuvimos mucha suerte de poder ver el Japón rural. 











Un mujer, que estaba recogiendo las verduras de su huerto, nos preguntó de donde éramos y que hacíamos allí.  Claro, en este sitio no vienen extranjeros. Viéndolo con perspectiva fue uno de los paseos que más disfrutamos en nuestro viaje. 





























 



Pensamos que era wasabi, pero no...



Atravesando campos escuchamos solo los cantos de pájaros. 





Aquí se regula los riegos









Esta fruta se parecía a mandarina en miniatura.



Huerto de patatas









Una furgoneta perdida en el campo???






Llegamos a un instituto. 



Vino Hiroko y trajo sushi envuelto en las hojas de caqui, para protegerlo de las bacterias. Es una forma antigua de conservar sushi. Bebimos entre Hiroko, Esaú y yo la botella de mistela traída de Alicante. A Mama-san no le gustó. 






Hicimos la foto para saber que detergente comprar para lavar la ropa en el apartamento de Osaka. Resulta que no hacía falta, que había un detergente allí.