Por la mañana fuimos a Kashihara, porque quedamos con Mike-san para comer. Se alegró mucho de vernos y hablamos mucho (quería practicar su inglés). Sigue dando clases de este idioma, aunque sus alumnos no son los mismos que hace 7 años, ya que cambiaron muchas cosas por el covid. Todavía esta cuidando a su madre que tiene 98 años. Dos veces a la semana la deja en un centro de cuidados y a veces lo hace por más tiempo para poder desconectar y viajar. Nos invito a comer, claro, a las 12.00 h.
Luego nos llevo en su coche a casa, para tomar matcha y dulces japoneses. Su casa mola mucho, es de estilo tradicional. Aunque nos comentó que no es practica para una persona mayor y la planta de arriba esta deshabitada. Después nos llevó a casa de Mama-san, donde tomamos otro té verde y dulces que habíamos comprado en la estación de Yamato-Yagi.
Volvimos a Osaka por la tarde y fuimos al apartamento cerca de la estación de Osakako que habíamos alquilado para dos noches. Lo más importante- tenía ascensor, aunque tuvimos solo una maleta pequeña y la mochila con portátil. Este apartamento nos gustó mucho: tenía dos camas cómodas, un sofá, tele grande y la cocina con barra para desayunar. Además era muy acogedor.
Apartamento Osaka Bay Wheel - 89 € (2 noches, 2 personas)