Por la mañana fuimos a la estación Cosmo Square ya que estaba cerca de la parada de metro Kujo. Se encuentra en el barrio Suminoe en la isla artificial de Sakishima. Se puede llegar con la línea de metro Chūō.
Dimos un paseo para ver la bahía. Excepto algún pescador no encontramos gente. Todo el mundo estaba trabajando o estudiando en la Universidad de Medicina, que esta allí.
Las vistas al puerto
Nosotros no subimos, porque estaba mareada y buscamos una farmacia para medirme la tensión. Las mujeres no sabían como hacerlo y estaban flipando cuando Esaú me puso el tensiómetro. Al final la tenía en orden. Nos gustó mucho la atención recibida en esta farmacia y Esaú hizo una foto.
Ya que no había cosas muy interesantes allí, decidimos ir al cercana estación de Ōsakakō en Minato-ku. Caminamos hacia la noria Tempozan Ferris Wheel y llegamos al Tempozan Harbor Village.
Puerto Tempozan
El la misma línea Chūō llegamos a la estación Hommachi en el centro de la ciudad. Esaú vio que había un parque en esta zona y decidimos verlo. Por el camino buscamos dónde comer, pero todo estaba cerrado. Menos mal que encontramos un restaurante abierto, bueno era chino, pero daba igual, con hambre todo sabe bien.
Esaú comió salteado de carne y verdura, cuenco de arroz, tofu con soja, ensalada de col y sopa miso que era aguachirri.
Para mi lo mismo, pero en vez de carne me hinché de huevos. La tortillaca era grande y me harté de comer huevos.
Bueno la comida regulín, pero nos llenamos las barrigas y cogimos fuerzas para seguir. Cuando llegamos al parque Utsubo vimos una palmera y nos acordamos de España.
Nos llevamos una gran sorpresa; jardín de rosales. Era una pasada, hasta nos conectamos con la madre de Esaú para hacer videollamada, porque le encantan las rosas.
Comprobamos que cada uno olía distinto, algunos no olían en absoluto.
Vimos muchas especies de rosales, cada uno con su nombre.
Las favoritas de Esaú